Un mundo mejor es posible

Buenos "días" (hoy es domingo para mi, lo confieso, esta semana no tendré tiempo ni en martes).

Pues sí, es tarde de domingo, hemos cenado juntos en casa, así que tengo la impresión bien cierta de que un agujero espacio temporal puede haber quedado abierto (no coincidíamos desde hace mucho tiempo en la misma mesa, siempre corriendo para alimentar a nuestras dos enanas, que llevan el hambre peor que Hulk el conflicto). Una pacífica cena en familia en la que me he dedicado a repetir algunos de mis mantras favoritos: Maia come, Maia come, Maia come, wahe guru... Estoy por pedir a alguien que me lo traduzca al sánscrito para darle un puntito más sublime. Recién acabada la cena con mi idílica familia, me he puesto a revisar la semana y he visto que lo mejor es que os escriba ahora mismo porque desde mañana (hoy) entraré en una espiral de acciones sin fin (os podría poner una imagen para explicarlo, con violentas crecidas de río llenas de piedra y lodo de las que se llevan todo lo que asoma: así son las semanas muchas veces). En cambio ahora, en la paz de esta tarde de domingo, veo a mi familia unida en un hogar lo bastante pequeño para no dejar de estar nunca juntos y lo bastante grande como para no tener que estar unos sobre otros (esto mis hijas lo hacen en el exterior, salimos fuera, donde los cachorros de las otras madres corren y se lanzan a pelarse las rodillas, mis hijas solo quieren habitar mi cuerpo, meterse en mis faldas, comprobar el aguante de mis piernas y de mi paciencia). Somos una familia con padre, madre, dos lindas hijas, un hogar, una gata, hacemos manualidades, leemos muchos cuentos, estamos aislados de cualquier extensión familiar, nuestras hijas hacen una extraescolar y les gustan las princesas. Algo apesta ¿no? Falta libertad en este modelo, falta creatividad, falta tribu. Creo que aceptaría como "normal" algo más diverso: cada uno debe encontrar su paradigma de normalidad, el ser normal es algo muy íntimo: para mí, dos o tres maridos que hagan turno a mi lado al cuidado de las niñas, más animales en casa, algunos hijos esporádicos, más gente, dispersando la responsabilidad de la familia. Ahora sobre la pareja está toda la responsabilidad de criar a unos niños que necesitan toda una comunidad ("it takes a village to rise a child"). Mi marido claro, no puede hacer de abuelo, tío, hermano y suegro al mismo tiempo, por más que lo intente. Traer dinero a casa para la familia le supone unas 8-10 horas de trabajo al día, más unas cuantas horas extra de aguantar mis quejas por sus jornadas excesivas y su afición por pasar la mopa en los momentos de tensión familiar; algunas horas de intendencia y cuidados infantiles, muchas de costura y manualidades (es su especialidad);  porteos y soñarios nocturnos... el pobre no da para más y es mucho más lo necesario para criar a dos niñas. Por eso creo que necesito al menos dos maridos más: me siento muy abandonada con uno solo, en serio. En enero voy a a empezar a trabajar algunas horas fijas al día en un proyecto nuevo, quizás necesite una madre más también, nos podríamos turnar para salir con los maridos a tomar el fresco alguna vez, o salir nosotras, mientras ellos cuidan a las niñas y nos limpian la casa... Necesitaremos una casa grande, con un bosque detrás, para mi gata y para criar algunas gallinas y cabras rescatadas del ciclo de producción industrial de huevos y leche. Rescataremos a dos abuelos en desuso también y quizás a alguna madre para mi, tengo vistas un par que quizás querrían formar parte de mi familia... Sí, esto sería ideal. Me gustaría, vivir sería como un gran viaje lleno de paisajes humanos, con tanta gente para conocer y amar. Diluida entre los cuatro maridos (¿eran cuatro verdad?), nosotras, las dos mujeres y dos madres para nosotras y los abuelos y los animales del santuario... criar a las niñas sería mucho más fácil. Ya me lo imagino, con nuestro huerto biodinámico, entre materiales reciclados, sesiones de viernes de yoga y meditación todos juntos, el fin de semana tendríamos que buscar una casa en la ciudad para descansar de tanto idilio. Bueno, es una idea.

Que tengáis bellos sueños y buenos proyectos que incluyan mucha gente para ayudaros a criar.