Menos charla y más acción

Hace tiempo que he desaparecido y es por dos razones: me ha salido un trabajo, pero no de los de superwomen viajera del futuro sin cobrar, vaya que no tiene nada que ver con la maternidad; sino de museógrafa, mi abandonada profesión de mortal que voy recuperando. Desde esta cosa que es el trabajo pagado y valorado se ve la maternidad con un poco de dolor, tengo en mi plantada una semilla mujeres, el día que yo vea la oportunidad de hacer algo para que acompañar el inicio de la vida sea valorado económica y socialmente voy a por ello, ya os contaré.

El proyecto en el que estoy es para dar a conocer la historia de la virgen de Montserrat. Incluso el gurú espiritual del cristianismo tiene una madre que lo apoyó y fue su refugio ¿qué hacía el padre? Mesas y sillas y además cuentan los evangelios apócrifos que no era muy buen carpintero y que en alguna ocasión Jesús había tenido que echar una mano en la carpintería con uno de esos milagros al estilo Lázaro levántate.

A lo que íbamos: la Moreneta: incluso a mi (que no soy rebaño de nadie, ni de mi misma) subiendo a Montserrat se me sube la fe y la patria a la cabeza. Un enorme complejo de atención, con hostales, iglesia de darte tortícolis, con dos claustros (pa chula la More y su gente) una de las mejores bibliotecas que hay en Catalunya y un museo increíble y todo al servicio de una madre. Eso sí, es una madre inmóvil policromada, ella sentada y niño igual, tiene una piña en la mano y aún no se la ha tirado a nadie. Disfruta de una sola de las prebendas que querríamos para las madres: la devoción y el prestigio, no le tocó sueldo pero sí muchos regalitos. Es un símbolo, las mujeres de verdad no despiertan devoción, aún no hemos atado cabos y en Cataluña ser madre también es lo peor. Aún te preguntan: ah, ¿ya no trabajas?

Y en esto llegamos al día de hoy: otro 8 de marzo en el que la violencia a las mujeres está en el aire (eso es violencia en general a la humanidad, nosotras somos la fuente), las madres siguen teniendo que decidir entre mundo laboral e hijos y ganan los hijos por goleada (porque somos valientes, fuertes y buenas y revolucionarias (yo sí siento devoción por todas vosotras)). Celebramos que los hombres nos ayudan (no, en esto tengo puesto todo mi odio, mejor no abro más el paréntesis que se me ve el monstruo). Y mira, hoy no iré más allá... A veces como decía Elvis hay que dejar de hablar...

Y la segunda razón (me encanta terminar una frase medio metro de letras después de haberla empezado): a parte de informar de las actividades, este es el lugar donde hablo con mi madre, de verdad, aquí me expreso con confianza y sobre cosas que son importantes y hay cosas importantes que no se pueden escribir en un correo al mundo. Es por esto que estoy pensando separar una cosa de la otra y te pregunto hoy, aunque no es un ultimátum: Quieres seguir recibiendo información sobre las actividades? o quieres recibir mis reflexiones?

Que paséis un maravilloso lunes de homenaje mujeril, nos vemos en las calle