Hay que darle la vuelta

Queridas madres (y algún padre),

hoy pensaba decir que estoy afónica y poner unas cuantas imágenes de lo que haremos esta semana para no tener que hablar... Acabo de sentarme al ordenador después de una carrera para alimentar, bañar y vestir dos cuerpos que además ofrecen bastante resistencia a cualquiera de las tres cosas; preparar la bolsa de almuerzo del grupo de crianza de Lilah, la bolsa de cosas de la escuela de Maia, que además ha decidido que no necesito más abrazos suyos, y todo intentando ponerme de acuerdo con el padre de las criaturas que no ve la necesidad de verticalidad hasta que el sol pica y la verdad: no quiero transmitir el cansancio y el estrés que siento en este momento. Pero, mientras escribo veo que nada grave ha sucedido realmente, ya sabéis, esa pequeña lista de cosas importantes es siempre más poderosa que la gran lista de incomodidades .

Así, en esta semana, si todo va bién, le daremos la vuelta a esta sensación que nos persigue a veces, de ser más bien las sirvientas, para ser las Madres, con mayúsculas, y defender el importantísimo cargo que ocupamos y para el que nadie podría hacerlo mejor. Los egos se nos fundieron, pero no la lucidez: las madres son lo más.

Que tengáis una feliz semana llena de abrazos y fuerza.