No, no lo vamos a celebrar
Buenos días buenas madres,
Hoy damos la bienvenida a nuestros lunes a unas cuantas madres que se han sumado a nuestra pequeña comunidad. La verdad es que estos mails no son exactamente informativos, sí, pongo toda la lista de actividades, pero siempre nos quedamos charlando un rato después de eso, ya nos iremos conociendo. Hoy me siento obligada a hablar de mujeres, sí... pero no de vaginas ni nada importante, tendremos que hablar de la imagen y el papel de la mujer en la sociedad y lo digo así, arrastrando las palabras como si fueran pies en el camino, porque cada 8 de marzo tengo la misma sensación de que me están tomando el pelo, insultando y maldiciendo, eso sí, con la mejor de las intenciones. No hay nada peor que ser insultado con la mejor de las intenciones, porque no puedes sencillamente montar en cólera y dedicar 3 minutos a gritar como loca y soltarlo todo. A mi me encanta montar en cólera, creo que es lo que me mantiene en forma. Monto en cólera al menos tres veces al día, por deporte, es algo tan rutinario que en mi casa ya nadie gira siquiera la cabeza. Soy como una maquinita de cólera, tengo tres botones, cualquiera que quiera ver el show en el que monto en cólera puede tocar uno y tendrá oportunidad. Ayer como cada día mi marido tenía el dedo enganchado en el botón cólera para maridos, pero el que me gustaría comentar es el de cólera por la injusticia social en cuanto al papel e imagen de la mujer: como cada domingo compré un par de diarios y me hundí en un desayuno excesivo para un cuerpo tan mediano como el mío y sin abrirlo ya tenía la máquina del cólera echando humo al ver a una mujer con un traje de trabajadora portuaria como imagen de igualdad. ¡Qué gran logro! Ahora las mujeres también podemos usar trajes fosforito y pasar un rato bajo el peligro tan masculino de ser espachurradas por una grúa portuaria. A ver, ¿qué es lo que queremos para nuestra sociedad? ¿Lo más importante es trabajar en lo mismo que los hombres? ¿La igualdad salarial? Eso es basura chicas, eso son las migajas. Eso no debería ni celebrarse ni discutirse. No celebramos el día del hombre trabajador, entonces ¿porqué celebramos el de la mujer? Y peor aún, ¿qué beneficios trae que la mujer trabaje como un hombre? Sólo económicos... Si pensáramos en beneficios sociales y medioambientales celebraríamos que las madres puedan atender a sus hijos el tiempo que deseen y con el apoyo y puesta en valor de toda su comunidad. Al ser una sociedad filantrópica y civilizada tendríamos un pase V.I.P con transportes y frutas eco gratis, cesta de ropas de algodón limpia cada día en casa, un servicio de cátering casero, vegano, colorista, silencio en las calles al rededor de casa, no motos, no coches, dos fines de semana al mes de paseo por el campo o el bosque, un huerto ciudadano, un masajeador de pies y espaldas que se llame Alberto y que no sea tu marido, la suegra lejos, la madre muy cerquita... todo lo bueno para el cuidado de un bebé, un humano más en nuestro planeta, al que hay que abrazar tanto y enseñarle tantas cosas y entregarle mucho de nuestras vidas pero por encima de todo: nuestro tiempo. Ya son muchas las voces que dicen que un bebé necesita el contacto de sus padres, necesita poderse desarrollar pegado a la piel y a la teta de su madre al menos. Una científica el otro día en un artículo decía que en el Pleistoceno los bebés humanos vivían mejor que ahora. No me extraña, aquí seguimos celebrando que las mujeres llevan trajes fosforito y pasamos por alto que construir una sociedad ecológica y sensible y civilizada pasa por quitarse la ropa y hacer el animal con nuestros cachorros todo lo posible. Queridas madres, celebrad hoy con vuestros niños el contacto, las caricias, la piel y el amor, todo lo gratis, que ayer no había nada que celebrar. Y ya cuando pasé una página detrás de la otra, intentando escapar de la colección de uniformes de aquellas mujeres celebradoras al servicio del capital ¿Qué me encontré? una modelo con la boca abierta... Y entonces mi cólera me dijo: bueno, ahora yo te monto a ti y nos vamos de paseo con la familia: y me fuí.
Un beso inmenso, escribid aquí si queréis saber más de las actividades y os responderé e informaré o montaré en cólera, suelo hacer ambas cosas.
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