Cadáver exquisito
Hola madres,
tenemos que hablar de úteros, de ovarios y de vaginas: vaginas, vaginas, vaginas, menstruación, regla, regla, ¡regla! Ya creo que se han ido, ahora que ya estamos solo las chicas, os quiero presentar a Alice Rugieri. Hoy hablamos a cuatro manos, o a dos úteros mejor.
¿Alguna vez habéis intentado hablar de menstruación con vuestras parejas? Si no tenéis la suerte de que sean mujer, no soportan dos palabras sobre el tema. Vamos, ir a hacer la prueba: cariño, quería comentarte sobre mi menstruación, resulta que salió de mi vagina una baba roja intensa y he pensado que a lo mejor querrías verla. No habréis acabado la frase y ya estarán o lejos corriendo o en el suelo espumando. En cambio, esa sangre es sagrada, es la casa de nuestros pequeños, es lo que hace posible la vida...
Alice: La sangre menstrual es la piel interior del útero, cada mes como las serpientes cambiamos de piel y tenemos la posibilidad de limpiarnos, dejar lo que ya no necesitamos, patrones, emociones, tensiones y renacer nuevas, espléndidas y energéticas para alcanzar nuestros sueños.
Ya veo, aunque esta renovación no es muy pacífica: ¿recordáis la canción Seek and destroy de Metallica? Hace dos reglas que la tarareo, luego llega la sangre, solo quiero esconderme y estar sola, después viene la paz total, la luz, luego el fuego... Todo este ciclo está lleno de creatividad, de tesoros, pero a veces Alice siento, que no encaja bien con todos los ciclos en los que estamos inmersos: calendario escolar, ciclos lunares, fases de crecimiento y lactancia de las niñas, calendario laboral, hasta el calendario de ofertas del supermercado a veces me hacen sentir que no estoy donde debería estar. Creo que necesito tener una conversación con mi útero: ella va por su lado y yo por otro.
Alice: Es la única opción que nos queda... ¡y la mejor! Me explico, si no tenemos un diálogo abierto con nuestros úteros, todo puede parecer un esfuerzo, una lucha, es demasiado duro ir por la vida así. Hay otra opción, lo que pasa es que no nos explicaron desde que nacimos, porque ya hace milenios que nos hicieron olvidar... Pongo un ejemplo para que me entiendas Miriam: es como si tienes un coche fantástico, super bonito y no sabes que tiene un motor! Nunca te han dicho que tiene uno ni como se pone en marcha... Pero si, podemos tomar conciencia que tenemos un motor (el útero) y aprender a ponerlo en marcha. Paso a otro ejemplo porque hay más matices...:
nosotras y nuestros úteros somos dos tipos de seres vivos con conciencia, pero no hablamos el mismo idioma y nadie nunca nos dijo que podíamos aprenderlo para comunicarnos.
Allí está la clave, aprender a hablarle para que te escuche (todo lo que necesitas decir y preguntar) y aprender a escucharle para que te hable (recibir un montón de información valiosa sobre que camino escoger, como y con quien...). Todo pasa a través del Placer...
¿El placer? Ya me veo Alice, el lunes pasado estuvimos practicando vivir con gusto todo lo que venga y si tu nos enseñas además a hablar a través del placer... antes del verano nos cambiamos el nombre por mamás gustosas. A por ello chicas, nos vemos el viernes a las 17:30 en calle Encarnació 33 para aprender nuevos idiomas. Todas las mujeres son bienvenidas a este círculo, venid solas o con hijas e hijos, que vayan aprendiendo.
Un abrazo muy grande
Alice y Miriam
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